EL SECADOR QUE COMPRABAN NUESTRAS MADRES PARA NO IR A LA PELUQUERÍA


Las amas de casa en los años 70, de vez en cuando, también se daban un capricho para poder estar más relajadas y no tener que estar yendo a la peluquería todas las semanas. Por lo que, casi todas nuestras madres sabían ponerse los rulos y peinarse como estaba de moda, y para ello usaban su super secador casero "Lady Braun" que estaba hecho de plástico duro blanquecino, semi-transparente que se hinchaba como un globo cuando le dabas al botón de encendido.

La verdad es que cumplía bien su función y secar el pelo, la verdad es que lo secaba. Pero a pesar de que, como su publicidad indicaba, tenías libertad de movimientos y podías ir con el de un lado para otro, lo cual era cierto (aunque si movías la cabeza de lado se iba al suelo) era algo incómodo. 

Recuerdo cómo dolían la especie de bultitos (con la punta redonda) que tenían por la parte de dentro y que se apoyaban sobre tu cabeza. El mayor peso del secador estaba ahí, en la pieza naranja de la parte de arriba, y era la pieza que distribuía el aire para que el pelo se secará. Pero cuando llevabas un buen rato con él en la cabeza, se empezaba a notar demasiado ese peso.


SI PASAS EL RATÓN POR ENCIMA DE LAS IMÁGENES PODRÁS VERLAS A COLOR

















Agradecimientos por la Primera imagen: A3-Tv










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